Cuarentena desde el privilegio
- ImplosiónRD
- 21 mar 2020
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Por Rubén González

Ante la panademia internacional causada por el coronavirus, en México han sido implementadas diversas medidas para evitar el contagio, entre ellas, una cuarentena de aproximadamente un mes.
Sin embargo, esta medida difícilmente puede ser aplicada en un país carente de una economía sana y, sobre todo, de derechos laborales.
En México predomina la subcontratación; la renuncia firmada desde el inicio de la relación laboral; los salarios precarios; el comercio informal y la política de cero faltas o te descontamos el día.
Pensemos en el personal que se dedica al servicio de restaurantes (que vive de las propinas). En las personas que trabajan en cadenas de comida rápida. En las y los operarios. En comerciantes informales que, con salarios precarios, tienen que llevar el sustento a casa, no para lujos, sino para la satisfacción de necesidades básicas, como el alimento. ¿En realidad podemos imaginar a estas personas dejando de llevar el chivo, la raya, la miel, día a día, semana a semana, para sustentar cuestiones básicas en su hogar?
La cuarentena está pensada desde el privilegio, no aplica para la gente que vende los tacos de canasta que, forzosamente, tiene que poner el puesto para sostener a su familia y que, para tranquizar un poco a sus comensales, se pone cubrebocas y compra un bote de gel antibacterial.
La cuarentena es una medida imposible de cumplir en un país con problemas económicos y carencias de derechos laborales como México. Es una medida que solo aplica a una escasa parte de la población que cuenta con recursos y empleos que le permiten aguantar un mes en casa sin recibir paga, incluso, dependiendo del privilegio, hasta recibiendo la quincena a pesar de la ausencia.
Lo anterior, aunado al problema que genera la cuarentena de los niños, ahora que no van a la escuela, ¿quién me los cuida en lo que voy a sacar pa'tragar?
En México se deben repensar las medidas que se tomen ante la problemática de la pandemia. Es muy fácil para la autoridad decretar que todos estamos en cuarentena sin pensar en todas y cada una de las situaciones.
Para concluir, la mayoría de la población en México no puede darse el lujo de faltar a su trabajo porque corre el riesgo de que lo despidan o le descuenten el día, cuando cuenta los centavos para sacar el gasto. ¡Ah!, por cierto, tampoco las estampitas de santitos y virgencitas van a dar solución al problema.
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